
La España rural afronta una tormenta perfecta. La última semana ha estado dominada por la alerta sanitaria de la Dermatosis Nodular Contagiosa, detectada en Girona. Esta crisis ha provocado la suspensión inmediata de ferias ganaderas en múltiples comunidades, asestando un duro golpe económico y moral a un sector ya castigado. Este virus no llega solo, se suma a una sequía persistente que reduce cosechas, como la del olivar, y a la asfixia burocrática de la Política Agraria Común. Es la sinergia de la enfermedad, el clima y el abandono administrativo, acelerando la despoblación.