
Este profundo relato novelado reconstruye con pulso literario la escalofriante historia del Asesino de la Baraja. Más allá de la crónica de sucesos, el texto se sumerge en la atmósfera de pánico que atenazó a Madrid, dibujando una narrativa tensa y psicológica. A través de una prosa cuidada y sin artificios, sigue el rastro de sangre y naipes dejado por Alfredo Galán, explorando no solo el terror de sus crímenes aleatorios, sino también la desconcertante banalidad de su mal. Una lectura absorbente que transforma el expediente policial en una sombría reflexión sobre el vacío humano.