
Dentro de cada adulto habita un niño que no desaparece con los años, sino que se transforma, se esconde o a veces se silencia. el niñito representa nuestra esencia más pura: la curiosidad, la espontaneidad , la capacidad de asombro y sobre todo la vulnerabilidad . Reconectarnos con el , no es una regresión o volver al pasado para laserarnos, sino una forma de sanar, comprender y vivir con mayor autenticidad y sanidad.
Sanar al niño interior no es un proceso instantáneo , es un camino que se recorre tomado de la mano de Dios , recuerda está verdad :
tú no estás sola tú ,
no eres esa herida, ni ese dolor y eres una hija ja amada ,aceptada y restaurada por el padre celestial , porque Dios vino a sanar a los que estan quebrantados de corazón y para vendar sus heridas.