
La empresa evoca la de una totalidad, en la que se conjugan recursos humanos y materiales, elementos tangibles e intangibles, patrimonio y valores. Se considera a la empresa como una individualidad de derecho, cuya actividad se desarrolla en un marco normativo, económico, financiero y social. Esencialmente es una persona calificada como sujeto de derecho, con facultades, atribuciones y obligaciones determinadas por el ordenamiento jurídico.