
En la Biblia, los Jueces fueron líderes temporales escogidos por Dios para liberar a Israel de sus opresores, como Débora, Gedeón y Sansón. Los Reyes fueron monarcas que gobernaron Israel de forma más permanente después del período de los jueces, comenzando con Saúl y luego David y Salomón, unificando las tribus en un solo reino.