
La historia bíblica en Números 21:4-9 donde, tras ser mordidos por serpientes venenosas, los israelitas fueron sanados al mirar la serpiente de bronce que Moisés colocó en un asta. Esta imagen fue utilizada por Jesús en el Nuevo Testamento para simbolizar su propia crucifixión, indicando que aquellos que creen en él, así como los israelitas que miraron la serpiente de bronce, pueden recibir la vida eterna.