
Amalia y Alfredo se conocieron en una velada caritativa del Teatro Colón. Ella siempre se jacto de obtener lo que quería. Una mujer que aun de grande se vanagloriaba de las curvas de su cuerpo. Él era el fundador y dueño de la cementera Loma Negra, la mayor fábrica de cemento de América Latina. Fueron la sexta pareja argentina divorciada en contraer matrimonio en segundas nupcias. Estuvieron 30 anos juntos.