
Una oscura tormenta llega a la ciudad y las aguas se convierten en veneno. Entre confesiones y promesas, Joaquín y Francisca refuerzan su vínculo mientras la presencia de Nektaan se hace más poderosa. En medio de la noche, un aullido rompe el silencio: el anuncio de un guardián, de un destino, o de una condena.