
Este episodio es una celebración: mis 49 años, el último escalón antes de llegar al 5to piso… y la mejor excusa para pasar el día en un parque de diversiones con mi familia.
Reflexiono sobre por qué me siguen fascinando las montañas rusas, pero no tolero los carruseles que dan vueltas, cómo el cuerpo cambia con los años, y por qué necesitamos seguir buscando momentos de adrenalina y juego incluso cuando ya “deberíamos” estar más tranquilos.
Un episodio sobre vértigo, familia y vida —porque en el fondo, todos estamos en una montaña rusa tratando de disfrutar el recorrido.