
Hoy vivimos en un tiempo donde muchos quieren todo inmediato, sin procesos ni esperas, sin etapas de crecimiento ni de madurez. Y cuando no ven resultados, fácilmente se rinden.
Pero el verdadero fruto llega para quienes deciden permanecer, aun cuando el camino se vuelve difícil.
Quiero abrirte mi corazón y compartirte parte de mi proceso en este caminar con Jessú. La palabra que hoy guardo en mi vida, y que también quiero regalarte, es esta: permanece.