
La gamificación es el uso de elementos de juego en contextos no lúdicos, como la educación. A diferencia de los ‘juegos serios’, no se trata de jugar un videojuego completo, sino de integrar dinámicas como puntos, niveles, insignias, retroalimentación inmediata o narrativas. El objetivo no es entretener por sí mismo, sino aumentar la motivación, el compromiso y, sobre todo, la conexión significativa con el aprendizaje.