
Las neurociencias y su relación con la conducta nos permiten entender cómo funciona nuestro cerebro internamente ante reacciones, pensamientos y sentimientos, identificarlos y verificar procesos de cambio. El hecho de comprender cómo nosotros podemos cambiar nos potencia para entender mejor cómo cambiar al otro -cliente o tercero vinculado, cuando dirigimos nuestro diálogo desde el mapa mental del que nos está escuchando.