
Hoy la Palabra nos presenta al pueblo reunido como un solo hombre para escuchar la Ley. La reacción inicial es de lágrimas, pero Nehemías y Esdras los invitan a la alegría: “No estéis tristes, porque el gozo del Señor es vuestra fortaleza.”
En este mes misionero, comprendemos que la misión nace de la escucha de la Palabra y se sostiene en la alegría que ella nos da.