
Nadie en Red River Tennessee olvidaría la mirada vacía de John Bell en su lecho de muerte. Una mujer había jurado destruirlo desde el más allá… y lo cumplió. El alma en pena conocida como la Bruja de Bell dejó claro que la venganza no conoce fronteras. Esta es la historia de un espíritu tan poderoso que ni la muerte pudo detener su furia. Pero, ¿qué pasa cuando el mal nunca desaparece?