
En lo profundo del folclore europeo, la Dama de Blanco recorre los caminos solitarios y los antiguos castillos, cargando con la pena de un amor truncado. Este espectro, envuelto en misterio y tragedia, aparece como un presagio fatídico, dejando una sensación de inquietud y advertencia en quienes la ven, mientras su eterna búsqueda continúa bajo la luz de la luna.