
Confiar en Dios sencillamente es descansar en Él, recibir y aceptar sus propósitos en nuestra vida, saber que solo Él tiene el control absoluto.
Cuando confiamos en Dios tenemos la certeza de que nuestro transitar en la vida será justo y reparador, tener fe de que Dios alimentará nuestra confianza eliminando en nuestro corazón las dudas y temores.
Para ser Santo: Escucha, Confía y Responde.