
Te aseguro algo: casi nadie leerá todo esto.
Hoy en día, son pocas las personas a las que les gusta leer. Y, sinceramente, eso ya no es extraño.
Pero…
¿Sabes qué sí es realmente extraño?
Un cristiano al que no le gusta leer.
Desde mi punto de vista, no hay nada más extraño en el mundo.
Hay quienes disfrutan el café descafeinado.
Otros, comer helado con papas fritas.
Algunos duermen con la luz encendida.
Y no falta quien come palomitas con kétchup… o pizza con piña.
Y aunque no los entienda del todo, puedo aceptarlo sin problema.
Pero un cristiano que no disfruta la lectura…
Eso sí me cuesta entenderlo.
Y te diré por qué:
Porque Dios decidió revelarse a través de un libro.
Texto.
Palabras.
Letras.
Si queremos conocer a Dios, entender su plan de salvación y la esperanza gloriosa que nos ha dado…
Si queremos saber cómo debemos vivir conforme a su voluntad…
Necesitamos leer.
La lectura y el cristiano deberían ser amigos inseparables.
Pero tranquilo… (a)
Por ahora, ya no necesitas leer más. Solo dale play a este episodio, y te compartiré una razón fundamental por la que deberías leer más.
Solo dale play.
PD: Si llegaste hasta aquí, ¡felicidades!
Eres de los pocos a quienes realmente les gusta leer.
Contigo pronto haré un club de lectura
Mientras tanto, déjame un comentario para saber que cuento contigo.