
Si bien la primera mirada es a la adopción de costumbres y disciplina que permite ordenar el pensamiento y el tiempo de nuestros niños. Es de recalcar que el correcto comportamiento, motivación y atención (siempre y cuando no se presenten patologías) están directamente vinculados al estado de animo del infante y este a su vez tiene mucho que ver con el tipo de relación que tiene con sus padres.