
En el mensaje impartido este día, Dios nos reitera que todo buen comportamiento tiene recompensa.
Es verdad que como seres humanos nos es más fácil y "placentero" hacer todo lo que Dios NO permite, pues aquello que nuestro Padre rechaza regularmente alegra y satisface nuestra carne, sin embargo, ese bienestar es momentáneo. Por eso hoy, Dios nos dice en esta reflexión que servirle y agradarle no es imposible, si Él nos formó, no hay nada que nos impida ser como Él, honrarle, obedecerle y así obtener su amistad, amistad que será eterna y llenará nuestro corazón como ninguna otra.
Escuchemos la Palabra de este día, dispuestos a buscar su rostro y dejar que Él transforme nuestro corazón.
Mensaje impartido por el joven Esaú Martínez.