
En este devocional, nuestro Dios nos habla a través del expositor para ayudarnos a entender los ingredientes necesarios para forjar amistades duraderas, una amistad no se forja en dos días y tampoco se alimenta de puras alegrías, la amistad crece al ritmo de los problemas que se van suscitando en la vida de ambos amigos y en la capacidad con la que estos se apoyan para ír saliendo de las dificultades, sin abandonarse ni faltando al respeto a sus heridas, preocupaciones y angustias. Que Dios sea con cada uno de nosotros en esta semana, escuchemos el consejo que nuestro Padre celestial ha preparado para este día.
Mensaje impartido por el joven Abraham Martínez.