
No tenemos un sólo propósito. En cada acción mínima, en cada vínculo, en cada intercambio y en cada respiración, hay uno. Comprenderlo y actuar desde esta conciencia nos ayuda a experimentar la vida en sus múltiples dimensiones.
Nuestra consciencia evoluciona a través de cada acto que hacemos o que dejamos de hacer y en la forma en que devolvemos ese aprendizaje a la fuente.
Una conversación entre Monika Correia y Natalia Carcavallo, para acompañar los tiempos de transformación .