
Todo comenzó el 24 de febrero de 1983 en Stroudsburg, Pennsylvania, Estados Unidos, cuando falleció el abuelo de Decker, James Kishaugh. Mientras otros lloraban, Don Decker sentía una sensación de paz por primera vez. Lo que los demás no sabían era que James Kishaugh había abusado físicamente desde que era un niño pequeño. A pesar de estar en la cárcel, Decker obtuvo una licencia para asistir al funeral de su abuelo muerto durante 7 días. Pero la sensación de paz de Decker no tendría que quedarse por mucho tiempo. Después del funeral, Bob y Jeannie Keiffer, amigos de la familia de Don Decker, lo invitaron a pasar la noche en su casa. Mientras cenaban, Decker seguía pensando en los recuerdos que habían surgido durante el funeral. Se excusó de la mesa para ir al baño, para poder calmarse y calmarse. Según él, debido a estar solo, gradualmente se emocionó y sus sentimientos comenzaron a encerrar su entidad. Mientras esto sucedía, la temperatura de la habitación descendió drásticamente y Decker observó la imagen mística de un anciano como su abuelo pero con una corona. Después de esto, sintió un dolor agudo en el brazo y, al mirar hacia abajo, vio tres marcas de arañazos con sangre. Mirando hacia arriba, la figura se había ido. Desconcertado, bajó las escaleras y se reunió con sus amigos en la mesa del comedor. En este punto, durante toda la comida, Decker entró en una experiencia casi similar a un trance, donde no pudo hacer nada más que mirar.