
De niños comunicábamos con todo el cuerpo: la mirada, el llanto, las manos, la risa. Pero el tiempo, la escuela y las normas sociales fueron moldeando (y a veces adormeciendo) esa expresión genuina. En este episodio de DESGLOSADOS, hablamos de cómo recuperar una comunicación más viva y encarnada, sin dejar de adaptarnos al entorno. Volver a sentir antes de hablar, a conectar realmente con lo que decimos.