
A veces creemos que el cumplir con la santidad es nuestra meta, y una no muy fácil de cumplir, pero Cristo no centro su discurso en el cumplimiento de una acción, el fue mas allá, busco la mente, los pensamientos, conversaciones y las actitudes del corazón. Estos versículos nos dan una hermosa promesa, ligada con el resto del capítulo cuatro de filipenses, y mostrando la importancia de los que pensamos y hablamos y recibimos, para llegar al cumplimiento de la acción.