Rosa, Rita, Lorena y María Fernanda llegaron a España tras huir de Ecuador y Venezuela con la esperanza de reconstruir sus vidas. Una vez aquí, la tierra bajo el plástico de los invernaderos y el trabajo en almacenes agrícolas se convirtieron en su primer espacio de arraigo, pero también en un lugar de resistencia. En este episodio de Desarraigadas escuchamos sus historias de partida, de manos manchadas de pesticida, de contratos que no siempre perduraron y de jornadas que parecían no tener fin. Son mujeres que, a pesar de las dificultades y de la distancia, han aprendido a construir una nueva forma de hogar mientras trabajan en el campo de Almería y la Región de Murcia.