
Todas enfrentamos momentos donde las emociones parecen tomar el control: la tristeza, el enojo o el miedo pueden nublar nuestra fe. Pero Dios no nos diseñó para ser gobernadas por lo que sentimos, sino para aprender a conocer nuestras emociones y permitir que Su paz nos guíe.
Descubre cómo la inteligencia emocional, anclada en la Palabra de Dios, puede ayudarte a mantener la calma en medio del caos. Aprenderás que tus emociones no son malas, son señales que, cuando se entregan a Dios, pueden convertirse en herramientas de crecimiento y madurez espiritual.
Permite que este mensaje te recuerde que antes de ser un ser emocional, eres un ser espiritual, y que en medio de cualquier tormenta… tu ancla firme es la Palabra de Dios.