
En este episodio descubrimos que administrar no es solo manejar recursos, sino honrar a Dios con todo lo que somos. La mayordomía bíblica nos enseña a cuidar el tiempo, los dones, las finanzas y las relaciones con sabiduría y propósito eterno. Acompáñame a reflexionar cómo una buena administración puede transformar nuestra vida, influir en nuestros hijos y convertirnos en canales de bendición para los demás.