
En este día, el Señor quiere encender nuevamente la llama de tu esperanza. Muchas llegaron a este proceso con el corazón cansado y los sueños apagados, pero el Dios de esperanza te recuerda que aún hay vida, promesas y propósito para ti.
Permite que Su Palabra y el poder del Espíritu Santo aviven todo lo que parecía dormido. Es tiempo de volver a creer, de hablar vida, y de vivir confiando en el cumplimiento de las promesas de Dios.