
En cada amanecer, Dios nos recuerda que no fuimos llamados a vivir atrapados en el pasado. Hoy es el momento de despojarnos de la vieja naturaleza —esa que nos limita, nos condena y nos ata— para vestirnos del carácter divino que hemos recibido en Cristo: justo, santo y verdadero. Este mensaje te llevará a descubrir que “Lo mejor de la vida” comienza cuando eliges dejar atrás lo que ya no te define y decides caminar en la plenitud de lo que Dios dice que eres. Es tiempo de renovar tu mente, abrazar tu verdadera identidad y reflejar el corazón de tu Padre. Da el paso hoy y comienza a vivir “Una vida abundante”.