
🕯️ En este cuarto día de ejercicios espirituales, Dios no grita ni condena. Te habla desde una herida abierta, como un amante traicionado que aún recuerda:
“Recuerdo el amor de tu juventud…” (Jer 2,2)
“¿Con un beso entregas al Hijo del Hombre?” (Lc 22,48)
💔 Este episodio es una carta que Dios nunca dejó de guardar,
una voz que no exige respuestas,
solo pregunta con ternura:
¿Dónde quedó ese amor que tenías por mí?
🎧 Escúchalo caminando, respirando, sintiendo…
porque tal vez Él aún te espera en la puerta.