
Donde muchos dejaron huesos, tu dejarás huellas. No todo está dicho, no todo ha acabado. Dios puede de tu desierto hacerte florecer, la última palabra la tiene Él. No es donde iniciaste ni donde te estancaste es donde Dios te va a colocar por su gracia y misericordia. Solo basta con creerle a Él y obedecerle.