
Todos vivimos nuestra propia vida. Mis experiencias me han llevado a ciertas conclusiones que expongo en esta primera parte.La vida no es tan inocente como nos la pintan de pequeños, pues dentro de cada persona, institución, organización, se esconde una oscuridad. Oscuridad que es controlada o no, pero existe. Y con el paso del tiempo, he desarrollado la capacidad de ver más allá de lo evidente, y presenciar como verdaderamente funcionan las cosas.