
La vida espiritual no se mide solo por palabras o emociones, sino por una relación viva con Dios que se expresa en obediencia y amor.
Jesús mismo enseñó que quien lo ama, guarda su Palabra, y esa obediencia se convierte en el reflejo más puro del amor. 💛
En este mensaje, Danilo Montero nos lleva a entender que agradar a Dios no es un esfuerzo religioso, sino una respuesta de amor que fluye del Espíritu Santo en nosotros.
1️⃣ Jesús, el modelo perfecto de obediencia
Antes de nacer, Cristo ya había dicho: “Aquí estoy, oh Dios, he venido a hacer tu voluntad.”
Su obediencia no fue un acto aislado, fue el centro de su relación con el Padre — el “sí” que cambió la historia de la humanidad.
2️⃣ Su obediencia humana nos da ejemplo
Jesús aprendió obediencia a través del sufrimiento, enseñándonos que la verdadera madurez espiritual nace en medio de la rendición, no del control.
3️⃣ Su obediencia vive ahora en nosotros
A través del Espíritu Santo, Dios pone en nosotros el deseo y el poder de hacer lo que le agrada. No se trata de perfección, sino de rendición.
Él produce en ti el amor, la reverencia y la fuerza para obedecer desde el corazón.
4️⃣ La gracia no anula la obediencia, la inspira
Solo cuando llegamos al final de nuestras fuerzas, entendemos que la obediencia no es carga, sino libertad.
📖 “Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que hagan lo que a Él le agrada.” — Filipenses 2:13
🌿 Vivir agradando a Dios no es cuestión de esfuerzo, sino de entrega.
Cuando amas a Dios, obedecer deja de ser una obligación y se convierte en una adoración diaria.
👍 Dale like si deseas vivir una fe que agrade a Dios todos los días.
💬 Comenta: ¿Qué área de tu vida estás rindiendo hoy a Él?
🔔 Suscríbete para recibir cada semana enseñanzas que fortalezcan tu relación con Dios.