
Este cuento clásico nos regala una gran enseñanza, ser honestos siempre será la mejor opción. El enfocarnos en dar gusto a los demás, hace que en el camino perdamos nuestra autenticidad, recuerda que no eres lo que los demás piensen de ti, lo más importante es ser tú mismo, ser honesto y respetar a los demás. Después de todo las cosas no siempre son lo que parecen. Espero que disfrutes mucho esta historia, cuéntame si te gustó el final o si le cambiarías algo.