
En este cuento, Cecilia Moscovich narra lo que pasa en un barrio de la ciudad de Santa Fe cuando doña Lucía, exageradamente aficionada a las plantas, incorpora a su jardín una especie exótica sembrando unas semillas que le trajo su vecino de Brasil. Pero la mayor sorpresa fue cuando empezó a formarse el fruto, que era como una chaucha con textura de esponja, y con un poco amarillo, un poco verde y otro poco azul... Tanta rareza generaba mucha intriga no solo a Lucía sino a sus vecinos también. Es así que comienza el debate entre todos acerca de la identidad de la planta.