
En este episodio comparto tres momentos cotidianos que me recordaron la magia de confiar, esperar y soltar el control:
🚌 En Barcelona, el bus parecía tardar 20 minutos. Decidí rendirme y simplemente disfrutar el momento… Qué pasa cuando dejamos de luchar contra el momento presente y simplemente lo habitamos?
🚃 La segunda es en Tokio, donde decidí no subirme a un tren lleno, aunque tenía prisa. Lo que vino después me enseñó que a veces, decidir a esperar nos lleva a experiencias mucho mejores de lo que podríamos haber planeado inicialmente.
🌕 Bajo la luna llena en Acuario, reflexioné sobre el equilibrio entre escribir nuestro guion y permitir que la vida nos sorprenda con su improvisación. Somos a la vez actores y directores de esta obra que es la vida.