
Después de una infancia bastante acomodada, María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador decidió nunca conformarse con lo que el destino le había asignado. A la muerte de sus padres, Vicario se convirtió en una lectora voraz, camino que la llevó a conocer los pensamientos liberales y, posteriormente a defenderlos junto a su esposo, Andrés Quintana Roo y otros independentistas. Astuta y brillante, a Leona se le atribuyen varios milagros que cambiaron la historia de la guerra y que con el tiempo se han ido olvidando.