
Esta semana nos sorprendía el presidente del Gobierno haciendo alusión a un proverbio oriental para invitarnos a la reflexión “Cuando soplan vientos fuertes, unos construyen muros y otros, molinos”. Al mismo tiempo que pedía apoyos para sacar adelante los presupuestos del estado, culpaba al Gobierno de Madrid de la muerte de los ancianos en las residencias. Ni siquiera esperó a la siguiente comparecencia.
El enfrentamiento constante entre partidos solo fomenta la crispación y eso acabará hundiendo, todavía más, una economía ya destrozada. España no iba en el buen camino antes de la crisis de la COVID19, y ahora estamos al filo de un rescate. O los políticos dejan atrás sus rencillas y empiezan a trabajar juntos o España tardará una década, como mínimo, en salir de esta crisis.