
La política actual cae frecuentemente en el insulto, la crispación y fomenta la polarización como dogma. Es necesario volver a los pactos de estado que puedan hacer de nuestro país una sociedad mejor, más productiva y tolerante. Dejar a un lado las diferencias y, sobre todo, volver al tono del consenso y el sentido común que se han vuelto casi una utopía. Nuestra política se ha vuelto tan mezquina que una diputada de Vox es agredida y un portavoz de un partido de gobierno, como Pablo Echenique, se lo toma a broma. Algo va realmente mal en España