
El 1 de agosto de 1980, Madrid se conmocionó con el brutal asesinato de los Marqueses de Urquijo en su mansión de Somosaguas. María Lourdes de Urquijo y su esposo Javier Mariscal de Gante fueron encontrados muertos en circunstancias que aún hoy generan controversia.Este caso marcó un antes y un después en la crónica negra española, involucrando a la alta sociedad madrileña, teorías conspirativas y un juicio que dividió a la opinión pública. Manuel de la Sierra, condenado por el crimen, siempre mantuvo su inocencia.