David Parker Ray parecía ser un buen tipo pero de puertas para adentro era un auténtico psicópata. Para saciar sus deseos adecuó un remolque con todo tipo de elementos hasta convertirlo en una cámara de torturas. Las autoridades creen que se gastó unos 100 mil dólares en la adecuación. Allí llevaba mujeres que raptaba en la calle o en alguno de los bares cercanos y las sometía durante días a todo tipo de vejámenes. Él llamaba la Caja de juguetes, pero también se le conoce como la guarida del Diablo.

Cinthya Jaramillo fue la única que se escapó del terror y gracias a ella, se pudo descubrir todo su accionar.

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