
Hacer amigos de adulto no es tan sencillo como cuando éramos niños. Yo lo viví en carne propia: cuando llegué a Nueva York me tardé cinco años en encontrar amistades verdaderas. En este episodio te comparto mi experiencia como inmigrante, la diferencia entre las amistades de niños y las de adultos, y cómo el proceso se parece mucho a salir en citas. Hablamos de amigos cactus y bonsái, de cómo no podemos esperar que un solo amigo cumpla todos nuestros roles, de la importancia de poner límites y de respetar los de los demás. Además, te doy consejos prácticos para dar el primer paso, regar la “matita” y construir amistades auténticas y recíprocas en esta etapa de la vida.