
¿Alguna vez sentiste que no eras suficiente para emprender? ¿Que lo que haces “no es tan bueno” como lo de los demás?
En este episodio te comparto mi historia desde que estudiaba una carrera que no me llenaba, hasta el día en que vendí mi startup a una gran corporación… sintiendo síndrome del impostor todo el camino.
Porque sí, ese sentimiento aparece en todas las etapas. Pero también se puede trabajar, entender y transformar en impulso.
Si alguna vez te has paralizado por dudar de ti, esto te va a hablar al alma.
No tienes que sentirte emprendedor para empezar. Tienes que empezar para sentirte emprendedor. Dale play.