
¿Sabías que en México la libertad de culto no siempre existió? Durante siglos, profesar una fe distinta a la oficial significaba persecución, discriminación e incluso violencia. Fue hasta la Constitución de 1857 que se abrió paso este derecho, y la de 1917 lo consolidó para todos. Gracias a esa lucha histórica hoy podemos reunirnos libremente, predicar, plantar iglesias y leer la Biblia sin miedo. Pero ojo: la libertad de culto no es solo un recuerdo histórico… es una responsabilidad actual.En este episodio, Abdías Pérez nos ayuda a entender por qué este derecho cambió el rumbo del protestantismo evangélico en México y cómo nuestra generación puede aprovecharlo para vivir y compartir el evangelio con valentía.