
Hoy vamos a hablar de algo que todos conocemos, pero que pocos nos atrevemos a enfrentar de verdad: la zona de confort. Ese lugar mental, emocional y físico donde todo es predecible, donde nada nos desafía, pero tampoco nos transforma. Un espacio que, aunque cómodo, puede convertirse en una jaula invisible que limita nuestro potencial.
Tu amigo Israel Meza, que Dios te bendiga siempre y recibe un fuerte abrazo.