
“El sufrimiento del creyente” a la luz de Santiago 5:10–11. Aprendemos, a través de ejemplos como Job, David, Esteban y Pablo, que el sufrimiento no es señal de abandono de Dios, sino una escuela de fe. Descubrimos que la fidelidad en medio de la prueba produce madurez, esperanza y bendición, recordándonos siempre que nuestro Dios es compasivo y misericordioso