
El vínculo de las cantoras y el trabajo con la tierra. Amaicha del Valle (Tucumán) como lugar de encuentro, de canto y de transmisión de las coplas. “En nuestra región campesina, especialmente la de los Valles, la que canta es una mujer (...). Está ligada a esa tierra, cuidando animales, sembrando, cultivando. La vida es igual a trabajo”, explica Josefina Racedo, investigadora, docente y psicóloga social tucumana. Las cantoras Paula Suárez, de 86 años, y Felisa Arias de Balderrama, de 100 años, comparten coplas, historias y sentires. “Yo converso con la Pachamama, porque yo la he visto”, explica Paula. Y Jorgelina Pastrana, cuarta generación de copleras, recuerda a su abuela, campesina y tejedora. “No me sentaba mi abuela con un papel y lápiz para que yo cante. Una repetía lo que ellos cantaban (...) El eco de eso que rebota en la montaña, es lo que todavía tengo presente”.