
Nada es más difícil que tratar de cambiar a los demás, desde nuestros seres más queridos y cercanos hasta los más alejados, si ellos no lo quieren. Es una misión imposible; a lo menos a corto o mediano plazo. Entonces, sólo queda el trabajo sobre sí, que es la única forma de llegar a mirar el mundo con una perspectiva distinta.
El mundo actual es exigente: ya no basta con tener un oficio o profesión; se hace necesario un desarrollo amplio, adecuarse a cualquier circunstancia, desempeñarse en diferentes actividades, adaptarse a los cambios. En definitiva, trabajar consigo para tener éxito y sentirse realizado.