
La vida está hecha para aprender. Y si se te repiten
ciertos patrones o situaciones es porque tú todavía no has aprendido a tener
una reacción distinta frente a determinadas circunstancias.
Si responsabilizas a los demás de lo que te sucede, estás entregando el mando
de tu vida a los otros. La verdadera causa de tus molestáis no está en los
otros, ni en los hechos, sino que en la manera como tú reaccionas ante esos
hechos.
Es posible que no puedas cambiar a las personas ni a las condiciones que te
ordenan, pero sí puedes cambiar el modo como tú los enfrentas, cómo reaccionas
y las alternativas que buscas en tu vida para superarlos, rodearlos,
traspasarlos o dejarlos en el pasado.