
El poder se convierte en la capacidad de influir en el comportamiento o en las decisiones de otros, ya sea de manera individual o colectiva. Puede llegar a ser negativo y opresivo, o positivo y transformador. Pero también, el poder es el reflejo de las verdades, intenciones, intereses y motivaciones de la persona o del grupo que lo ejerce. Hagamos un pequeño análisis de cómo es visto el poder desde el ámbito político y religioso.